NAIROBI.- Alrededor de 112 personas murieron ayer por la explosión y el incendio de un oleoducto en un suburbio de Nairobi, la capital de Kenia. "Estimamos la cifra de muertos en más de 100", afirmó el jefe policial de la región, Thomas Atuti.
El hecho se produjo en la parte industrial de Lunga Lunga, rodeada por el barrio marginal de Sinai, de casas precarias y densamente poblado. La zona forma parte de un grupo de construcciones llamado Mukuru, que se extiende a unos 10 kilómetros de la capital y donde vive más de medio millón de personas.
"Hubo una pérdida en la canalización (por donde se enviaba el petróleo) y la gente trataba de recuperar combustible. Se produjo una fuerte explosión y un incendio con inmensas llamas y columnas de humo", declaró un habitante del barrio, Joseph Mwego. La versión fue confirmada por un responsable de la Cruz Roja, que envió un equipo de socorristas al lugar, mientras que en el lugar había varios cuerpos carbonizados. En cambio, otra hipótesis era que la detonación se debió a una fuga en el oleoducto, sin participación de los vecinos.
Mientras los bomberos intentaban contener el fuego, la Policía se enfocaba en alejar a las personas del lugar de la catástrofe. Más de 70 cuerpos fueron retirados del lugar, y hubo una cantidad indeterminada de heridos.
El siniestro se desató en una zona de difícil acceso, por lo que hubo problemas para llegar al lugar con los vehículos de emergencia y temor de que el fuego pueda extenderse a un barrio cercano.
En 2009, 122 personas murieron en el oeste de Kenia por la explosión de un camión cisterna, que se había volcado y del cual la gente intentaba extraer gasolina. (Télam-DPA)